- Salud: hoy descubrimos que la vida de los argentinos fue sacrificada en el altar del triunfalismo: no se tomaron las apropiadas medidas de contención a la gripe N1H1 por miedo a perder votos. En ese lapso, bajo el escudo del silencio, los muertos llegaron a 36.
- Educación: las famosas 650 escuelas construídas recientemente con nuestros aportes fiscales aún no han sido localizadas. Estén donde estén, junto con todas las demás entran en receso invernal extra-extendido por la negligencia en el manejo de salud pública. Ojalá detenga la epidemia porque lo que es seguro es que el cierre no contribuye favorablemente al deterioro y la pobreza académica que impera. Construir escuelas es un gasto inútil y hasta tilingo si la educación no tiene contenido, si cerca del 40% de nuestros niños están fuera del sistema.
- Inflación: los precios ya suben por desconcierto, porque nadie sabe cuál es el precio adecuado para nada.
- Empleo: ¿alguien sabe a cuánto asciende el desempleo 2009? No. Pero podemos suponer, casi sin riesgo a equivocarnos, que crece velozmente. A esto se suma el hecho de que, como comentó Enrique Szewach en su columna de ayer: "la caída de la actividad interna" ha reducido los ingresos del Estado, ya devastados por los excesos electoralistas. "Lo que viene es una desaceleración del gasto", asegura Szewach. Y es probable que pronto nos enteremos de que el tan mentado "superávit" fiscal, orgullo de la corona gobernante, hace meses que es un agujero negro y profundo.
- Seguridad: ...¡Bah!... "Mejor no hablar de ciertas cosas", sugeríaLuca Prodán.
Diálogo, alianzas, acuerdos de cooperación, construcción colectiva, cooperación, complementación, inclusión... Si no comenzamos a incorporar estos conceptos a nuestra vida diaria y en todos los ámbitos, nuestro país estará destinado a empequeñecerse hasta desintegrarse en la angustia, la pobreza y el olvido.
Tenemos muchos desafíos por delante y sólo vamos a lograr superarlos si trabajamos juntos, en forma articulada, disfrutando y enriqueciéndonos de la diversidad de perspectivas y opiniones.
Opinar diferente no es malo, es uno de los pilares fundacionales de la democracia. Y la riqueza no existe en cantidades limitadas. Por eso, para que a unos les vaya bien no es necesario que a otros les vaya mal.
No importa quién tiene razón y quién está equivocado. Ser él o la propietario/a de la razón no sirve para encontrar soluciones, sobre todo porque no hay una única solución para nada. No importa si somos socios, amigos o adversarios. La crisis nos afecta a todos por igual y a los más vulnerables les pega primero. Dejemos los gritos y las maniseñas atrás. Empecemos a escucharnos.
(*) Cristina llamando, por Pablo Temes - publicada en Diario Perfil - http://www.pablotemes.com.ar/
Tienes toda la razón!!! Si el pueblo argentino no se mueve igual que cualquier otro no hay nada que hacer. Es un gobierno corrupto, y hay que de alguna manera acabar con el, y empezar una nueva era transparente y donde los argentinos tengan cada uno su sitio, su trabajo, su empleo, su sanidad, que no los maten a impuestos.
ResponderEliminarAqui en España vamos camino de eso cada vez mas deprisa y si no nos espabilamos vamos a acabar muy mal. Tenemos cuatro millones y pico de parados, empresas cerrando, impuestos subieno, enfin para que te voy a aburrir.
me he olvidado de poner mi nombre carmen escriña
ResponderEliminarBuena nota Lilly!.
ResponderEliminarY TE FELICITO X EL BLOG. NO SABÍA QUE LO TENÍAS!.
Ya lo incluí entre mis favoritos y en blogs recomendados.
Beso.
¡Gracias Carmen!!!
ResponderEliminarTodos deberíamos ir encaminándonos hacia allá.. Los viejos sistemas son, justamente, viejos y ya no se sostienen.
¡Y gracias Juanqui!!!
Soy muchísimo menos prolífica que vos... y aún estoy en etapa de explración.
Besos!