martes, 30 de junio de 2009

¿Y ahora?...

"Los éxitos son nuestros y las derrotas son ajenas" podría ser la frase que resume el mensaje que la Presidente de la Nación transmitió a sus compatriotas en su conferencia de prensa de ayer.

No nos felicitó a los argentinos por una jornada eleccionaria bastante prolija, y se adjudicó a si misma y a su gobierno la "transparencia" del proceso.

Las preguntas sobre la derrota fueron respondidas con excusas de dudosa veracidad sobre cuanto peor le habría ido a otros en ocasiones anteriores y, una vez más, se colocó a si misma, la ejecutiva de mayor poder de todo el país, como una víctima de los periodistas que la estarían sometiendo a un "interrogatorio", cosa que ella señaló, le gustaría que también hicieran con la oposición. Tal vez hubiera convenido explicarle que la oposición no tiene actualmente a su cargo el gobierno, pero el ánimo de la Sra. Kirchner no parecía permeable a la lógica.

Como ya es usual, se excedió en su costumbre autoreferente. A falta de frases de autores de prestigio, publicados y reconocidos; o de mensajes de referentes y especialistas, "como yo siempre digo..." fue un latiguillo repetido con excesiva frecuencia.

Mientras tanto el país entero arriesga una ola de pánico:
  • Salud: hoy descubrimos que la vida de los argentinos fue sacrificada en el altar del triunfalismo: no se tomaron las apropiadas medidas de contención a la gripe N1H1 por miedo a perder votos. En ese lapso, bajo el escudo del silencio, los muertos llegaron a 36.
  • Educación: las famosas 650 escuelas construídas recientemente con nuestros aportes fiscales aún no han sido localizadas. Estén donde estén, junto con todas las demás entran en receso invernal extra-extendido por la negligencia en el manejo de salud pública. Ojalá detenga la epidemia porque lo que es seguro es que el cierre no contribuye favorablemente al deterioro y la pobreza académica que impera. Construir escuelas es un gasto inútil y hasta tilingo si la educación no tiene contenido, si cerca del 40% de nuestros niños están fuera del sistema.
  • Inflación: los precios ya suben por desconcierto, porque nadie sabe cuál es el precio adecuado para nada.
  • Empleo: ¿alguien sabe a cuánto asciende el desempleo 2009? No. Pero podemos suponer, casi sin riesgo a equivocarnos, que crece velozmente. A esto se suma el hecho de que, como comentó Enrique Szewach en su columna de ayer: "la caída de la actividad interna" ha reducido los ingresos del Estado, ya devastados por los excesos electoralistas. "Lo que viene es una desaceleración del gasto", asegura Szewach. Y es probable que pronto nos enteremos de que el tan mentado "superávit" fiscal, orgullo de la corona gobernante, hace meses que es un agujero negro y profundo.
  • Seguridad: ...¡Bah!... "Mejor no hablar de ciertas cosas", sugeríaLuca Prodán.

Diálogo, alianzas, acuerdos de cooperación, construcción colectiva, cooperación, complementación, inclusión... Si no comenzamos a incorporar estos conceptos a nuestra vida diaria y en todos los ámbitos, nuestro país estará destinado a empequeñecerse hasta desintegrarse en la angustia, la pobreza y el olvido.

Tenemos muchos desafíos por delante y sólo vamos a lograr superarlos si trabajamos juntos, en forma articulada, disfrutando y enriqueciéndonos de la diversidad de perspectivas y opiniones.

Opinar diferente no es malo, es uno de los pilares fundacionales de la democracia. Y la riqueza no existe en cantidades limitadas. Por eso, para que a unos les vaya bien no es necesario que a otros les vaya mal.

No importa quién tiene razón y quién está equivocado. Ser él o la propietario/a de la razón no sirve para encontrar soluciones, sobre todo porque no hay una única solución para nada. No importa si somos socios, amigos o adversarios. La crisis nos afecta a todos por igual y a los más vulnerables les pega primero. Dejemos los gritos y las maniseñas atrás. Empecemos a escucharnos.

(*) Cristina llamando, por Pablo Temes - publicada en Diario Perfil - http://www.pablotemes.com.ar/

4 comentarios:

  1. Tienes toda la razón!!! Si el pueblo argentino no se mueve igual que cualquier otro no hay nada que hacer. Es un gobierno corrupto, y hay que de alguna manera acabar con el, y empezar una nueva era transparente y donde los argentinos tengan cada uno su sitio, su trabajo, su empleo, su sanidad, que no los maten a impuestos.

    Aqui en España vamos camino de eso cada vez mas deprisa y si no nos espabilamos vamos a acabar muy mal. Tenemos cuatro millones y pico de parados, empresas cerrando, impuestos subieno, enfin para que te voy a aburrir.

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  2. me he olvidado de poner mi nombre carmen escriña

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  3. Buena nota Lilly!.
    Y TE FELICITO X EL BLOG. NO SABÍA QUE LO TENÍAS!.
    Ya lo incluí entre mis favoritos y en blogs recomendados.
    Beso.

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  4. ¡Gracias Carmen!!!
    Todos deberíamos ir encaminándonos hacia allá.. Los viejos sistemas son, justamente, viejos y ya no se sostienen.
    ¡Y gracias Juanqui!!!
    Soy muchísimo menos prolífica que vos... y aún estoy en etapa de explración.
    Besos!

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